TDAH en niños: síntomas, diagnóstico y qué hacer si sospechas déficit de atención

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o desarrollo normal del niño. Según el DSM-5, los síntomas deben estar presentes antes de los 12 años y manifestarse en más de un entorno (casa, escuela, actividades sociales).
El TDAH puede presentarse en tres formas principales: predominantemente inatenta, predominantemente hiperactivo-impulsiva, o combinada. Reconocer estos síntomas a tiempo es fundamental, ya que la detección temprana mejora significativamente el rendimiento académico, el desarrollo social y la regulación emocional del niño.
Síntomas principales del déficit de atención
Síntomas de inatención
Los niños con TDAH muestran dificultades persistentes para:
- Prestar atención a los detalles: Cometen errores por descuido en tareas escolares o actividades
- Mantener la concentración: Les cuesta sostener la atención en tareas o juegos
- Escuchar cuando se les habla: Parecen tener la mente en otras cosas
- Seguir instrucciones: No terminan las tareas escolares o deberes
- Organizarse: Dificultad para gestionar tareas secuenciales y mantener orden
- Evitar tareas que requieren esfuerzo mental sostenido
- No perder objetos necesarios para tareas o actividades
- No distraerse fácilmente con estímulos irrelevantes
- Recordar actividades diarias
Síntomas de hiperactividad e impulsividad
La hiperactividad se manifiesta como:
- Inquietud motora: Juguetear con manos o pies, moverse en el asiento
- Levantarse cuando se espera que permanezca sentado
- Correr o trepar en situaciones inapropiadas
- Dificultad para jugar tranquilamente
- Estar siempre “en marcha”
- Hablar excesivamente
La impulsividad incluye:
- Responder antes de que terminen las preguntas
- Dificultad para esperar su turno
- Interrumpir a otros en conversaciones o juegos
Diferenciando comportamientos normales de síntomas de TDAH
Como padres, es natural preguntarse si los comportamientos de nuestros hijos son normales o indican algo más. Es crucial distinguir los síntomas del TDAH de las distracciones típicas de la infancia.
En el TDAH, los comportamientos:
- Persisten durante al menos 6 meses
- Son más intensos de lo esperado para la edad del niño
- Se presentan en múltiples contextos (casa, escuela, actividades sociales)
- Interfieren significativamente con el funcionamiento diario
- No se deben únicamente a oposición, desafío o falta de comprensión
Los síntomas pueden variar según el contexto, siendo menos evidentes cuando el niño recibe recompensas frecuentes, está bajo supervisión estrecha o participa en actividades especialmente interesantes.
Factores de riesgo
La investigación científica ha identificado múltiples factores que pueden influir en el desarrollo del TDAH:
Factores genéticos
El TDAH tiene una heredabilidad considerable, siendo más frecuente entre familiares biológicos de primer grado. Aunque se han identificado genes específicos relacionados con el trastorno, estos no son factores causales necesarios ni suficientes por sí solos.
Factores ambientales
- Peso al nacer muy bajo (menos de 1500g) multiplica el riesgo de 2 a 3 veces
- Exposición prenatal a tabaco y alcohol
- Exposición a neurotóxicos como el plomo
- Infecciones como encefalitis
- Antecedentes de maltrato infantil o negligencia
Factores temperamentales
Los niños con menor inhibición conductual, mayor emotividad negativa y elevada búsqueda de novedades pueden tener mayor predisposición al TDAH.
Diagnóstico diferencial: distinguiendo el TDAH de otros trastornos
El TDAH comparte síntomas con varios trastornos, por lo que es esencial realizar un diagnóstico diferencial cuidadoso:
Trastornos de ansiedad
Los niños con ansiedad pueden mostrar inquietud y dificultad para concentrarse, pero su inatención se debe a preocupación y rumiación, no a atracción por estímulos externos como en el TDAH.
Trastornos del aprendizaje
Un niño con dificultades específicas de lectura o matemáticas puede parecer inatento por frustración, pero en estos casos la inatención se limita al área problemática, no afecta múltiples contextos.
Trastornos del estado de ánimo
La baja concentración en la depresión solo se presenta durante episodios depresivos, mientras que en el TDAH es persistente.
Trastorno del espectro autista
Aunque ambos pueden mostrar inatención y comportamiento difícil de manejar, en el autismo predomina la desvinculación social y dificultades en comunicación, mientras que en el TDAH los problemas sociales se deben más a impulsividad.
La importancia de una evaluación profesional
Como padres, es comprensible que queramos respuestas rápidas y precisas cuando nos preocupamos por el desarrollo de nuestros hijos. Una evaluación precisa del TDAH requiere:
- Especialistas certificados (psicólogos clínicos, psiquiatras infantiles, neuropediatras)
- Herramientas validadas como escalas de Conners, entrevistas semiestructuradas y pruebas neuropsicológicas
- Información de múltiples fuentes (padres, profesores, cuidadores)
- Evaluación en diferentes contextos para confirmar la persistencia de síntomas
Este enfoque profesional garantiza mayor precisión diagnóstica, reduce falsos positivos y orienta recomendaciones individualizadas para cada niño.
Pasos a seguir si sospechas TDAH
Si observas síntomas persistentes de inatención o hiperactividad en tu hijo:
- Documenta los comportamientos: Anota frecuencia, contextos y situaciones específicas
- Habla con los profesores: Recaba información sobre el comportamiento en el colegio
- Consulta con profesionales: Solicita una evaluación especializada
- No esperes: La intervención temprana mejora significativamente el pronóstico
Recuerda que muchos niños con TDAH tienen un desarrollo exitoso cuando reciben el apoyo adecuado. El primer paso es siempre una evaluación profesional que determine si realmente existe el trastorno y oriente las mejores estrategias de intervención.
La tranquilidad de tener respuestas claras
Detectar el déficit de atención a tiempo es fundamental para el bienestar y desarrollo óptimo de tu hijo. Los síntomas del TDAH pueden interferir significativamente con el rendimiento escolar y las relaciones sociales, pero con una evaluación profesional adecuada y las intervenciones apropiadas, los niños pueden prosperar.
Si has notado varios de los síntomas descritos en tu hijo de manera persistente y en diferentes contextos, no dudes en buscar ayuda profesional. Una evaluación temprana puede marcar la diferencia en su futuro académico, social y emocional.
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¿Sospechas que tu hijo podría tener déficit de atención? Una evaluación profesional puede darte las respuestas que necesitas para apoyar mejor su desarrollo.
